la estrella natural que mece el viento.
Junio poblaba el mar de sentimiento
con la fina presencia de una rosa.
Vilma sabrá guardar la primorosa
espuma fiel de un cielo derramado
como el silencio de su bienamado
bajo el cristal amigo de otra rosa.
Yo la vi levitar como una estrella
viva, serena, amena y encendida.
Vilma, brillando aún como centella,
en la perenne rosa convertida,
hecha canción y sueño realizado
como una clara estrella amanecida.
La Habana, 19 y 20 de junio, 2007
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